Los expertos dicen que vivir con los humanos ha tenido un extraño impacto en los gatos

Todos los dueños de gatos conocen la alegría de tener a su compañero peludo acurrucado a su lado. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar en lo que se oculta detrás de esos ojos penetrantes? Tal vez estén planeando la venganza final contra el caniche vecino o cómo alcanzar ese nido molesto que simplemente no cede. Afortunadamente, un nuevo estudio podría tener las respuestas. Resulta que los felinos domesticados han evolucionado de maneras mucho más asombrosas de lo que la mayoría de nosotros podríamos haber predicho. Es hora de descubrir qué tan salvaje es realmente tu gato doméstico, según la ciencia.

La locura felina

Ciertamente hay muchos gatos en los Estados Unidos, con casi 60 millones de ellos llamando a la Tierra de la Libertad su hogar. Más de una cuarta parte de los hogares estadounidenses tienen un gato como mascota, y la mayoría de esos dueños tienen más de uno. Son una parte indispensable de nuestras vidas, sin duda, ya que muchos de nosotros los integramos directamente en la vida familiar. Pero quizás menos propietarios les darían la bienvenida tan fácilmente después de conocer el verdadero alcance de su drástica evolución.

Donde todo comenzó

Sin embargo, todos estos gatos han tenido que venir de alguna parte. Y resulta que cada uno ha descendido de una única especie ancestral. Todo comenzó con el gato montés del norte de África/sudoeste de Asia: si nos ponemos científicos, se trata del Felis sylvestris lybica. Además de saber de dónde se originaron nuestros bebés peludos, los científicos también han descubierto que se está produciendo un cambio peculiar. Además, somos nosotros los humanos los que estamos provocando la adaptación inesperada.

Amigos desde la antigüedad

Cuando decimos que los gatos han estado con nosotros durante mucho tiempo, nos referimos a mucho tiempo. La gente empezó a convertir a los animales salvajes en compañeros peludos durante el Neolítico, también conocido como la Nueva Edad de Piedra. Si bien el suroeste de Asia jugó un papel importante en allanar el camino para los gatos domésticos, fueron los antiguos egipcios quienes realmente llevaron las cosas al siguiente nivel.

Vivieron entre nosotros

Sorprendentemente, los gatos habían sido nuestros vecinos durante milenios antes de que los domesticáramos por primera vez. Así es: los gatos monteses vivían entre nosotros a pesar de que no estábamos alimentándolos. Y en el tiempo que han permanecido cerca de nosotros, su composición genética apenas se ha alterado. Todo excepto por esos adorables abrigos atigrados y el cambio interno de desarrollo lento que está ocurriendo debajo de la superficie.