Veterano busca a sus hijos desaparecidos durante años y todo cambia cuando recibe un consejo

El 10 de septiembre de 1967, nacieron los mellizos James y Sandra, producto del amor entre Allen Thomas y su pareja, Connie. La felicidad continuó un año después, cuando ambos se casaron y el joven decidió adoptar al primer hijo que la chica había tenido en una relación anterior. Sin embargo, en los años siguientes la vida de Allen quedó destrozada y para recuperarse, se embarcó en un largo viaje. 

Cara fresca

Todo comenzó en 1966, cuando las relaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur eran bastante tensas. Allen tenía 19 años y fue enviado, desde New Hampshire, a la zona desmilitarizada del aliado estadounidense. ¿Su función? Cumplir las tareas que le fueran asignadas, como miembro de las fuerzas armadas. 

Un encuentro que cambia la vida

Específicamente, trabajaba de día arreglando los helicópteros militares. Entonces, al terminar la jornada, podía recorrer las calles de Seúl. Nadie, ni siquiera los jóvenes soldados, pudieron escapar de la magia que irradiaban las brillantes luces de la ciudad. Y fue, precisamente, ahí, donde conoció a la mujer que cambiaría su vida para siempre. 

Saltaron chispas

Se llamaba Pae Seong-Kuem, era cinco años mayor que él, y apenas se vieron saltaron chispas entre ellos. De inmediato, inició su historia de amor. Así de rápido, Kuem, a quien Allen llamaba cariñosamente "Connie" quedó embarazada. Ojo, no olvidemos que ella tenía un hijo de una relación anterior.

Se convirtieron en una familia

Todo superó sus expectativas cuando, por fin, en septiembre de 1967, llegaron a este mundo James y Sandra. Felicidad plena para ambos. No obstante, tenían que seguir planeando su futuro porque en 1969 la misión de Allen llegaría a su fin. ¿Cambios? Todo estaba listo para que la familia comenzara una nueva vida en USA.