Expertos bajaron a los acantilados de Gran Bretaña y encontraron túneles con reliquias de la II GM

Paso a paso, un grupo desciende a la oscuridad de un estrecho túnel. Apestando a creosota vieja y tierra mojada, el aire es húmedo y pegajoso. Pero los aventureros llegan a su destino, más de 100 pasos dentro de la Tierra. Un año y medio de trabajo ha dado sus frutos. Tras dedicar unas 3000 horas a excavar una red de túneles de la Segunda Guerra Mundial abandonada hace mucho tiempo, 50 voluntarios y expertos pueden explorarla por completo...

Extendiéndose bajo la tierra

El refugio de Fan Bay se encuentra a unos 23 metros bajo tierra. Mantenido en su lugar por soportes de metal, su laberinto de túneles se extiende por un área de 325 metros cuadrados. El refugio está ubicado en el sudeste de Inglaterra, en lo profundo de los llamados Acantilados Blancos de Dover, una línea de altos acantilados calcáreos que dominan el Canal de la Mancha.

No para los débiles de corazón

Según National Trust, la estimada organización benéfica patrimonial que administra el sitio, los túneles no son para los débiles de corazón. Hablando con el periódico británico The Guardian en 2015, uno de sus representantes describió el refugio como “un ambiente oscuro, sucio y húmedo…no apto para aquellos que son claustrofóbicos o inestables”. También es necesario estar en “buena salud” para completar el descenso.

Para defenderse de la invasión

Como explicó el guía turístico Gordon Wise al canal australiano ABC News en 2015, el refugio estaba estratégicamente posicionado para defenderse de una invasión. “De hecho, puedes ver Francia, a 34 kilómetros de distancia, solo 70 segundos de tiempo de vuelo para un proyectil”, explicó. “Te haces una idea de que esta era realmente la primera línea. Aquí era donde tenía que empezar la defensa de Gran Bretaña”.

Una escena espeluznante

Hoy, los túneles ofrecen una instantánea desconcertante de la vida cotidiana en un búnker de la Segunda Guerra Mundial. El espeluznante complejo subterráneo está salpicado de espeluznantes reliquias que insinúan el terror rutinario que soportan los soldados estacionados. Después de todo, los alemanes estaban completamente decididos a conquistar el Reino Unido, al igual que muchas otras naciones en África y Europa.